Aquí hay algunos aspectos clave sobre cómo funciona invertir en una casa propia como instrumento financiero:
Potencial de apreciación (plusvalía): en general, se espera que el valor de las propiedades inmobiliarias aumente con el tiempo. Sabemos que te hemos repetido esto varias veces pero es importante que lo sepas . Recuerda tener en cuenta que esto puede variar según la ubicación geográfica y las condiciones del mercado inmobiliario. La apreciación puede brindarte un retorno de la inversión a largo plazo.
Generación de ingresos: además del potencial de apreciación, invertir en una casa propia también puede ofrecer la oportunidad de generar ingresos mediante el arrendamiento. Si decides convertir tu propiedad en una inversión para arrendamiento, puedes recibir pagos mensuales de los arrendatarios, lo que puede contribuir a tus flujos de efectivo.
Diversificación de la cartera: invertir en una casa propia puede ser una forma de diversificar tu cartera de inversiones. Si ya tienes inversiones en acciones, bonos u otros activos financieros, tener una propiedad inmobiliaria puede proporcionar una diversificación adicional en tu cartera general.
Posible endeudamiento: invertir en una casa propia a menudo implica obtener una hipoteca o préstamo hipotecario para financiar la compra. Esto implica asumir una deuda a largo plazo. Es importante evaluar cuidadosamente tus capacidades financieras y asegurarte de poder cumplir con los pagos de la hipoteca.
Este es un aspecto importante al momento de emprender este proyecto. Así que hablemos del papel que juega.
La importancia de crédito hipotecario para inversión
La principal razón por la que los mexicanos no buscan acceder a una casa propia es la falta de acceso a crédito o por no contar con los recursos. Así lo demuestra la Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI) 2020. Aunque no es la única forma de comprar casa propia, es la más común, así que considera tus posibilidades de adquirir uno cuando busques invertir en vivienda.
Un crédito hipotecario es un tipo de préstamo otorgado por una institución financiera, como un banco o una entidad crediticia. Tiene el propósito específico de financiar la compra de una propiedad inmobiliaria. En otras palabras, es un préstamo a largo plazo que se utiliza para adquirir una casa, departamento o terreno.
En México cuentas con diferentes opciones para conseguir este financiamiento. Estas son:
- Bancos comerciales: los bancos comerciales en México, como Bancomer, Banamex, Santander, Banorte, HSBC, entre otros, son conocidos por ofrecer créditos hipotecarios. Estas instituciones tienen amplia experiencia en el mercado y ofrecen una variedad de opciones de crédito hipotecario, tanto para la compra de vivienda nueva como usada.
- Instituciones de vivienda: Infonavit (Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores) y Fovissste (Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado) son instituciones gubernamentales en México que ofrecen créditos hipotecarios a los trabajadores asalariados. Estos créditos están respaldados por las cotizaciones de los trabajadores y ofrecen condiciones especiales.
- Sociedades financieras de objeto múltiple (SOFOMES): las SOFOMES son instituciones financieras no bancarias que también ofrecen créditos hipotecarios en México. Algunas de ellas son Crediavance, Crediclass, Credicasas, entre otras. Estas instituciones pueden ofrecer opciones de crédito hipotecario con características y condiciones específicas.
- Instituciones de seguros: algunas compañías de seguros en México también ofrecen créditos hipotecarios, como GNP, MetLife, Zurich, entre otras. Estas instituciones pueden combinar los servicios de seguros y créditos hipotecarios para brindar soluciones integrales a los clientes.
Es importante tener en cuenta que los términos y condiciones de los créditos hipotecarios pueden variar según la institución financiera y las regulaciones específicas de cada país. Para hacerte una mejor idea, es importante que conozcas qué es el CAT, o el Costo Anual Total de un Crédito Hipotecario.
El CAT es una medida estandarizada del costo anual del financiamiento, e incluye todos los gastos que tendrás que hacer por tu préstamo hipotecario. De esta manera, conocerás la deuda que tienes que asumir anualmente de tu crédito.
Para tener una imagen más sencilla de como calcularlo pondremos un ejemplo sencillo: si pides un préstamo de $1,000,000 a pagar en un año con una tasa de interés del 20% haciendo 12 pagos mensuales de $100,000 siendo X el valor del CAT, la fórmula será la siguiente:
100,000/(1-x)^1/12 + 100,000/(1-x)^2/12 + … + 100,000/(1-x)^12/12 = 1,000,000
Calcular el CAT de tu crédito hipotecario te puede ayudar a tener una idea más completa de cuánto acabarás pagando por tu préstamo para la compra de vivienda.