¿Cómo ser un buen inversionista? Cuatro consejos de un experto

El interés de cuidar nuestro dinero atraviesa diferentes etapas. Ser inversionista es uno de los últimos pasos de este proceso. En primer lugar, y según la Bolsa de Valores de México (BVM) , para que invertir sea algo inteligente debes tener capacidad de hacerlo. Es decir, en primer lugar deberías tener tus deudas bajo control y revisar tu capacidad de ahorro.

Si este punto lo tienes bajo control, lo que sigue es tener un ahorro constante durante varios meses, de tal forma que tengas un gasto inesperado como un despido, una calamidad médica o doméstica, e incluso tu retiro. De hecho, hay productos financieros que te permiten el ahorro según varios objetivos: retiro, ahorros o incluso apartados que te permiten elegir libremente tus preferencias para el uso del dinero.

Si por el contrario, no tienes capacidad y tienes deudas lo mejor será primero hacerte la capacidad: organizar tus ingresos, empezar tu ahorro y después sí pensar en invertir. La elaboración de este fondo de emergencia no solo permitirá que puedas tener recursos para cubrirte en imprevistos. También te permitirá revisar tus hábitos de ahorro

Si por el contrario, no tienes capacidad y tienes deudas lo mejor será primero hacerte la capacidad: organizar tus ingresos, empezar tu ahorro y después sí pensar en invertir. La elaboración de este fondo de emergencia no solo permitirá que puedas tener recursos para cubrirte en imprevistos. También te permitirá revisar tus hábitos de ahorro y refinarlos para el momento de invertir en tu próximo departamento nuevo .

Según Banxico (Banco de México), en su Encuesta de competencias financieras de la población , la principal meta de los hogares mexicanos en 2019, 2020 y 2021 fue la adquisición de vivienda. Así mismo, hubo un aumento en metas de ahorro para el retiro. De hecho, la capacidad de inversión puede impulsar proyectos de vida tan importantes como empezar un emprendimiento y tener una empresa propia, o incluso la inmigración a Estados Unidos.

Como dice el diario Expansión en México: la inversión es el acto de asignar recursos para la compra o creación de activos o de capital. Es decir, la inversión implica el acto de no consumir esos recursos ahora para satisfacer necesidades en el presente, sino de destinarlos a satisfacer necesidades en el futuro.

No es casualidad que al buscar “invertir” en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua Española, sea definido como “emplear, gastar, colocar un caudal”, también como “emplear u ocupar el tiempo”. Es decir, la inversión no solo está relacionada con el dinero: también está relacionada con el tiempo. El ahorro justamente es la postergación del consumo presente en aras del futuro. Toda inversión, por tanto, se hace con la aspiración de beneficios que no existen en el presente.

¿Ya estás listo para dar el paso a ser un inversionista?

Ser un inversionista exitoso, de esos expertos que son capaces de prosperar aún cuando el mercado entra en crisis, es una tarea exigente. No hay una profesión exacta para lograrlo, pero sí una serie de habilidades que te permiten acercarte a ello. Es necesario ser dedicado, contar con la información correcta y tener experiencia. Sin embargo, todos quienes estén interesados en ahorrar y cuidar su dinero, tienen el potencial de ser inversionistas.

Precisamente, Ignacio Gómez Aguado , asesor financiero y creador de un algoritmo que compra y vende ETFs en el mercado de Nueva York, identificó buenas características de un inversionista. Conoce las cuatro claves que deberías tener en cuenta para tener éxito en el mundo de las inversiones:

1. Define tu perfil de inversor: “Esto deberías hacerlo desde el punto de vista de la cantidad de recursos que tenemos, nuestra forma de ser y nuestros objetivos. Hay que tener claro si vamos a hacer una inversión a largo plazo o si vamos a necesitar el dinero dentro de poco tiempo”.

2. Adopta una metodología de inversión: Una vez tengamos definido qué tipo de inversionista somos y elijamos un activo con un alto nivel de valorización , hay que adoptar una metodología de inversión, es decir, “unos criterios que incluyan el por qué voy a invertir o no en un negocio”, así tienes claras tus preferencias y puedes tomar decisiones mucho más rápido.

De igual manera, es fundamental contar con un asesor de confianza, así como con un buen intermediario. Hay varios sitios web que intentan ofrecer estos servicios, sin embargo, es importante tener asesoría especializada. De hecho en el país hay distintos grupos y empresas que se dedican al tema.

3. Conoce y evalúa el riesgo: Se deben tener presentes dos cosas. Primero, un manejo del riesgo definido, que es hasta qué cantidad de dinero estoy dispuesto a perder. Por otro lado, dejar correr las ganancias y cortar las pérdidas, pues hay que tener la capacidad de evaluar nuestros activos y de tener en cuenta todos los aspectos cuantitativos . “Si hay acciones, fondos o bonos que te están generando pérdidas hay que vender, en vez de esperar a que milagrosamente se recupere. Por eso es preciso definir el porcentaje máximo de pérdida que podemos soportar. En contraste, los activos que nos generan una renta fija hay que mantenerlos todo el tiempo necesario”, asegura el experto

4. Vuélvete aliado del interés compuesto: “Una vez tengas la utilidad de un activo, vas a seleccionar otro para invertir un capital y los intereses, esto formará una bola de nieve que brindará la oportunidad de generar mayores ganancias”.

¿Qué tipo de inversionista eres?

La actitud del inversionista es clave para los negocios. Como sucede en la vida cotidiana, la personalidad y la forma de ser son muy importantes al momento de pensar en incrementar el patrimonio. Esta actitud va a evidenciarse respecto a los tipos de riesgos que estamos dispuestos a correr.

Para evaluar los riesgos, es importante contar con factores como la cantidad de ingresos mensuales, el conocimiento sobre finanzas prácticas, las expectativas de ahorro, los objetivos de la inversión, la estabilidad en la fuente de ingresos, la edad, el estado civil, entre otros. Pero también, hay que contar con las habilidades como la paciencia, la disciplina e incluso la habilidad de ser visionario y ser excelente estratega.

Es por eso que en una publicación del Tecnológico de Monterrey, Jesús Téllez, doctor en Ciencias Financieras y miembro investigador del FAIR Center (Center for Financial Access, Inclusion and Research), distingue dos tipos de inversionistas predominantes, que varían dependiendo del nivel de riesgo que la persona está dispuesta a asumir y que son clave a la hora de tomar decisiones financieras.

1. Inversionistas amantes al riesgo

Son aquellas personas que toman los riesgos necesarios para obtener grandes ganancias en un periodo de tiempo muy corto.

Estos inversores dejan el retorno para un segundo plano, priorizan el riesgo y son capaces de sacrificar la rentabilidad solo para ver cuáles son los niveles máximos de riesgo.

Por otra parte, tiene una alta tolerancia a la presión que generan los altibajos en el valor de sus inversiones y muchas veces la seguridad de su capital pasa a segundo término por la posibilidad de obtener altos rendimientos.

2. Inversionistas adversos al riesgo

Esta persona busca tener una tasa de ganancia más o menos estable sin correr casi ningún riesgo, ya que su prioridad es proteger su capital.

Este perfil es muy conservador en términos de inversión por lo que eligen alternativas financieras poco arriesgadas pero estables y con un nivel de rentabilidad menor aunque más seguro. Entre dos posibilidades de las que se espere el mismo resultado, una con certeza y la otra solamente como una mera esperanza, estos inversionistas preferirán la opción que les aporte mayor certeza.

Sea cual sea tu perfil, recuerda que uno de los instrumentos clave para tener éxito en las inversiones es la diversificación de activos, industrias y zonas o ciudades ya que esto puede ayudar a proteger contra las caídas del mercado. Invertir en diferentes clases de activos, combinar renta variable, renta fija, alternativos, etc., es fundamental para mejorar los retornos y reducir la volatilidad.

Ahora que ya sabes cuáles son las características que debe tener un buen inversionista y los perfiles qué existen. Anímate a invertir en bienes raíces: en el sitio de La Haus podrás encontrar desarrollos inmobiliarios a tu medida.